- Fotografía: Brian van der Brug, Los Angeles Times
El diario Los Angeles Times ha publicado recientemente las declaraciones efectuadas por funcionarios estatales ante un comité de legisladores, según las cuales ha quedado patente el fracaso de las agencias encargadas de vigilar la producción de petróleo y proteger las fuentes de agua, cada vez más escasas, ante la contaminación de la industria. Durante un intenso testimonio público, funcionarios del Departamento de Conservación, de su División de Petróleo, Gas y Recursos Geotérmicos y del Consejo de Control de los Recursos Hídricos prometieron a los senadores una remodelación de arriba debajo de las reglamentaciones relativas al vertido de las aguas residuales de los pozos de extracción de petróleo. No obstante, y tras una serie de recientes revelaciones que han puesto de manifiesto la oscuridad de las reglamentaciones aplicadas históricamente por la División, los legisladores manifestaron su desconfianza ante las manifestaciones de los funcionarios de la agencia sobre su propósito de enmienda, caracterizando las formas de hacer históricas de la agencia como prácticas corruptas e ineptas.
El pasado verano, los funcionarios de la División admitieron que durante cuatro años, permitieron sin darse cuenta que las compañías petroleras inyectaran aguas residuales, procedentes de fractura hidráulica y otras operaciones de producción, en centenares de pozos de vertido ubicados en acuíferos potables, lo que constituye una violación de la ley federal. Por el momento, el estado ha clausurado 23 de los centenares de poco de inyección ubicados en acuíferos en que no está autorizada la inyección de aguas residuales. La senadora demócrata Hannah-Beth Jackson calificó los errores de la División como “endémicos” e indicó que solamente la lectura de los documentos básicos la noche anterior a la sesión informativa hizo que aumentara su presión arterial. “Ha habido un serio desequilibrio entre el papel regulador de la actividad de la industria del petróleo y el gas y el papel regulador de la protección de la salud pública”. La agencia federal de protección ambiental (USEPA) ha calificado los errores del estado como “escandalosos” y ha indicado que el programa de inyección de aguas residuales de la industria del petróleo en California no cumple con la ley federal sobre el agua segura para consumo público.