La American WateReuse Association, la Fundación Water Environment & Reuse y la compañía Pentair acaban de publicar un video en el que se resaltan diversos enfoques innovadores de agricultura urbana y rural mediante la utilización de técnicas de reutilización del agua. El video describe dos ejemplos muy diferentes en los que las técnicas de reutilización del agua se utilizan para reducir de forma dramática la huella hídrica de las explotaciones agrícolas, ayudando de este modo a incrementar la eficiencia y la sostenibilidad de las explotaciones. Uno es el caso de Saint Paul, en Minnesota, donde se desarrollan peces y plantas mediante procesos hidropónicos. El otro es el de Monterey, California, donde se desarrollan 6.000 ha de cultivos mediante el riego con agua regenerada. El video fue presentado durante la reciente 20ª Conferencia Anual de WateReuse Research que se celebró en Denver, Colorado, del 23 al 24 de mayo de 2016.
“Un 70 % del agua del mundo se utiliza para usos agrícolas. El crecimiento continuo de la población mundial está propiciando una demanda creciente de alimentos que a su vez está ejerciendo una enorme presión sobre el suministro mundial de agua para la agricultura”, en palabras del Vice-presidente de Tecnología de Pentair. “Las técnicas de reutilización del agua pueden ayudar a acelerar los procesos naturales, en sustitución del vertido de efluentes tratados al medio ambiente receptor, y de este modo potencian la captación segura y la purificación del agua, haciendo que ésta pueda ser utilizada una y otra vez, tanto para riego agrícola como para otros usos”. El video muestra dos ejemplos muy diferentes de como las técnicas de regeneración y reutilización del agua pueden emplearse para reducir drásticamente la huella hídrica de las explotaciones agrícolas y con ello ayudar a mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las explotaciones.
En un caso, el de Saint Paul, Minnesota, el proceso consiste en desarrollar conjuntamente peces y plantas mediante cultivos hidropónicos como forma de crear un sistema alimentario sostenible y ayudando así a potenciar la economía de una parte de la ciudad que hasta entonces había estado considerada como un “desierto alimentario”. Las empresas Urban Orgnanics y Pentair han desarrollado conjuntamente esta instalación hidropónica, cuyos productos hortícolas y herbáceos han sido certificados como 100 % orgánicos por el Programa Orgánico Nacional del Ministerio Federal de Alimentación. La granja hidropónica está alojada en una antigua cervecera y utiliza un circuito cerrado, mediante un sistema de acuacultura con recirculación. En esta relación simbiótica entre plantas y peces, los peces proporcionan los nutrientes que necesitan las plantas y las plantas ayudan a purificar el agua en la que viven los peces. EL agua residual de los acuarios se evacúa mediante gravedad para que percole a través de en un sistema de filtración diseñado por Pentair. Este sistema de filtración retiene el fango y produce un agua limpia cargada de nitratos. Este efluente es nuevamente bombeado a diversas hileras de vegetales cultivados hidropónicamente, que eliminan las aportaciones orgánicas y los metabolitos presentes como subproductos en el agua. El agua es devuelta a los acuarios para ser reutilizada. Este sistema controlado utiliza menos del 2 % del agua requerida por los sistemas convencionales de cultivo y permite que los productos hortícolas crezcan a lo largo de todo el año, a una velocidad doble de la que lo hacen en los campos agrícolas.
La segunda aplicación descrita en este video tiene lugar en Monterey, California, un Proyecto que comenzó como una barrera contra la intrusión salina y ha evolucionado hasta convertirse en el mayor proyecto de riego agrícola con agua regenerada de los EEUU. Alcachofas, lechugas y fresas figuran entre los productos comestibles producidos de forma segura y eficiente en la región. El The Monterey Regional Water Pollution Control Agency (MRWPCA) ha venido colaborando estrechamente con los agricultores de la zona para asegurar el éxito de este programa. Desde los años 1940, la intensa actividad agrícola y las demandas urbanas de aguas subterráneas registradas en el Valle Salinas de Monterey habían llevado a una sobre-explotación de los acuíferos locales, propiciando la intrusión salina. Mediante la utilización de agua regenerada, los cultivadores no se ven obligados a extraer agua de sus pozos para regar. El agua regenerada se distribuye a unas 6.000 ha de campos de cultivo en la zona norte del Condado de Monterey, aportando hasta un 60 % del agua utilizada para regar.
Conviene recordar que el proyecto de Monterey fue patrocinado conjuntamente por el Consejo de Control de los Recursos Hídricos del estado y el Ministerio de Salud Pública de la época, bajo la supervisión de varios colegas y amigos de tantos años, el Dr. Takashi Asano, el Dr. James Crook y el Dr. Baham Sheikh. Los resultados obtenidos durante sus 5 años de realización (1980-85) sirvieron de referencia para la aceptación generalizada del uso de agua regenerada para el riego sin restricción de productos hortícolas de consumo crudo, tal como autorizaba la modificación del Capítulo 22 de la Ley del Agua de California. El informe final del proyecto fue y sigue siendo uno de los mejores referentes mundiales para impulsar la reutilización del agua en riego sin restricción tanto de productos hortícolas como de espacios de jardinería y muchos otros usos no potables.