La agencia Associated Press publicó una noticia el viernes 1 de octubre, elaborada por Adam Beam, en la que informa de la decisión de los reguladores hídricos del Estado de establecer restricciones de agua durante los próximos meses, a la vista de las limitadas reservas de agua de los embalses causadas por el episodio de sequía que inicia su tercer año de duración. A continuación se presenta la traducción del artículo para facilitar su lectura por las personas interesadas.

Las reservas tan limitadas de agua de los embalses de California, debido a la persistencia de la nueva sequía histórica que se está registrando, que los reguladores estatales se han visto obligados a anunciar el pasado jueves que es posible que las agencias del agua estatales no reciban ningún caudal durante el próximo año hidrológico, una posibilidad espantosa que llevaría a la implantación de restricciones obligatorias para los residentes.

California tiene un sistema de lagos gigantestos llamados embalses que almacenan agua durante los meses lluviosos y nieve durante los invernales. La mayor parte del agua proviene de la nieve que se derrite en las montañas de la Sierra Nevada y fluye por los ríos y arroyos durante la primavera.

Durante los meses secos del verano, los reguladores liberan parte del agua almacenada para que pueda ser usada para consumo humano, riego agrícola y objetivos ambientales, incluyendo el mantenimiento de unas temperaturas suficientemente frías en ciertos ríos a fin de asegurar que las especies de salmónidos en peligro de extinción puedan desovar.

Las condiciones de sequedad del año 2021, inusualmente cálido, han hecho que casi un 80 % del agua se evaporara o quedara absorbida por el suelo reseco – como parte de una sequía prolongada que ha vaciado los embalses y llevado a recortes de suministro a los agricultores en todos los EEUU. La situación ha cogido por sorpresa a los funcionarios estatales en un momento en que el Estado inicia la sesión lluviosa con el nivel de agua en los embalses más bajo de toda su historia.

En palabras de Wade Crowfoot, ministro de Recursos Naturales, “no había nada en nuestros registros históricos que pudiera sugerir la posibilidad de que básicamente la nieve desaparecería absorbida por el suelo y evaporada a la atmósfera con la intensidad con la que lo ha hecho. Estoa cambios climáticos están llegando rápidos y con furia”.

El State Water Project – un complejo sistema de presas, canales y embalses – ayuda a suministrar agua de consumo humano a unos 27 millones de personas en el Estado. En diciembre, los funcionarios estatales anunciarán el volumen de agua que cabe esperar llegará a cada región hidrológica durante el próximo año.

El pasado jueves, Karla Nemeth, Directora del Departamento de Recursos Hídricos, manifestó que la agencia se está preparando para lo que podría ser la primera vez en su historia de tener que asignar unos volúmenes nulos de agua, debido a las condiciones extremadamente secas.

“No hay vuelta atrás, estamos seguros que no recibiremos alguna alguna” en palabras de Demetri Polyzos, gerente de planificación hídrica del Metropolitan Water district del Sur de California, entidad que suministra agua a unos 19 millones de personas. “Estamos ante una situación como no habíamos experimentado nunca”.

El anuncio previsto para diciembre es una estimacion inicial. Podría cambiar posteriormente si la situación mejora. Esa es la razón por la que este invierno es tan importante. Es imposible predecir con precisión cuanta lluvia y cuanta nieve recibirá California durante este invierno. Pero si esas precipitaciones se asemejan a las de los dos últimos inviernos, los problemas serán incluso más graves.

El año hidrológico en California se inicia el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre. El año hidrológico 2020 termina el jueves, y ha sido el segundo año más seco del registro histórico, según el Departamento de Recursos Hídricos. California tuvo la temperatura media mensual más cálida de su historia durante los meses de octubre, junio y julio de 2020, de acuerdo con los Centros Nacionales de Información Ambiental de la National Oceanic and Atmospheric Admnistration (NOAA).

El año hidrológico 2020 comenzó con unas reservas embalsadas del 93 % de su capacidad. Pero California no dispondrá de esa capacidad de amortiguación durante este año. Los embalses estatales están al 60 % de su capacidad histórica, según los funcionarios estatales.

El State Water Project suministra aproximadamente un 30 % de los recursos utilizados por el Metropolitan Water District (MWD), siendo el río Colorado el que suministra otro 25 % de sus suministros. El MWD dispone de varios abastecimientos locales, incluyendo agua embalsada. El pasado mes de septiembre, la agencia declaró un “alerta de suministro de agua” e hizo una llamada para iniciar el ahorro voluntario de agua. Está ofreciendo descuentos por cosas tales como cabezales de ducha y electrodomésticos más eficientes, así como la sustitución de parterres domésticos.

A pesar de la severidad de la sequía, el gobernador Gavin Newsom no ha declarado el estado de emergencia estatal. Por el contrario, ha declarado emergencia en 50 de los 58 condados del Estado, siguiendo un enfoque que, según su gobierno, viene motivado por las lecciones aprendidas durante la sequía del 2012-2017, durante la que le Estado impuso restricciones a escala estatal. En palabras de Wade Crowfoot “(Las agencias de agua) nos han indicado que una orden uniforme para todos enviada desde Sacramento tiene a veces consecuencias indeseables”.

No obstante, los abastecimientos de agua de California están en malas condiciones ante la llegada de la estación lluviosa. En julio, el gobernador pidió a todos los ciudadanos que redujeran voluntariamente su consumo de agua en un 15 %. Pero tres semanas después de esa petición, los californianos solo había reducido su consumo de agua en un 1,8 %, según los funcionarios estatales.

Durante una entrevista con los periodistas el pasado jueves, Wade Crowfoot manifestó que las restricciones obligatorias de agua “han de poner tenerse en cuenta”. Aunque también indicó que es muy probable que ese tipo de restricciones no se implanten hasta que los funcionarios estatales tengan una mejor idea de cuanta agua recibirá el Estado durante este invierno. En palabras de Wade Crowfoot, “este invierno será determinante en cuanto a las actuaciones adicionales que habremos de adoptar sobre el ahorro de agua. Seguiremos atentos a la situación”.