En junio de 2025, el Public Policy Institute of California (PPIC) publicó un informe elaborado por E. Hanak, S. Cole, G. Gartrell y C. Peterson, en el que realizan una revisión detallada de las condiciones hidrológicas durante el año 2023 del Valle Central, la mayor cuenca hidrográfica del Estado.
El informe titulado “¿De cuanta agua adicional se dispone para la recarga de acuíferos en el Valle Central? examina la cantidad de agua necesaria para satisfacer las normativas ambientales del Delta de los ríos Sacramento-San Joaquín y la cantidad de agua que podría haber sido dedicada a otros objetivos, incluyendo la recarga de acuíferos. El análisis realizado ofrece también un punto de partida para comprender las oportunidades y las restricciones aplicables durante los años secos, cuando las implicaciones para los usuarios aguas abajo – particularmente las exportaciones desde el sur del Delta por parte de los proyectos hídricos estatales y federales – son mayores.
A continuación se presentan en español los cuatro mensajes a retener que figuran al inicio del informe.
- Las ventajas e inconvenientes entre nuevas captaciones aguas arriba y las exportaciones actuales desde el Delta pueden ser significativas. Unos caudales muy grandes – los que pueden tener el potencial de generar inundaciones y pueden por tanto ser captados sin un permiso – no tendrán previsiblemente un impacto en los usuarios aguas abajo. Pero no todos los caudales grandes satisfacen este criterio, y especialmente en el río San Joaquín, donde unas nuevas extracciones podrían reducir las exportaciones de agua.
- Los exportadores de agua no operan siempre a capacidad máxima, creando oportunidades para la recarga. Durante los años húmedos, una parte del agua que los principales exportadores del Delta – el State Water Project y el Central Valley Project – están legalmente autorizados a usar permanece en el sistema, debido a limitaciones de la infraestructura o la demanda de las exportaciones por bombeo. Esta agua podría ser extraída por los partícipes aguas arriba y ser utilizada para su recarga a fin de conseguir beneficios mutuos.
- Reducir los riesgos de inundación requerirá una mayor flexibilidad en las extracciones aguas arriba. Las inundaciones desastrosas pueden ocurrir en zonas aguas arriba incluso cuando los caudales son inferiores al “límite de actuación” de inundaciones en el Delta – el nivel al cual las agencias locales se preparan para las inundaciones. Son necesarios protocolos para las extracciones aguas arriba que contribuyan a la protección ante las inundaciones, incluso cuando esas extracciones comporten desventajas para esas mismas exportaciones.
- Otras políticas estatales y locales pueden ayudar a optimizar el agua disponible. Los esfuerzos de recarga podrían beneficiarse de normativas más matizadas que permitan la captación de agua excedentaria durante periodos húmedos, cuando los ríos están por debajo de los niveles de inundación. Otras dificultades importantes incluyen el laborioso proceso de permisos para construir y operar los proyectos. No obstante, los incentivos locales y los sistemas de asignación de créditos por recarga están empezando a desbloquear un mayor número de recargas en tierras de trabajo de propiedad privada – una zona con potencial significativo para almacenar más agua.