El episodio de sequía más reciente que ha afectado a California se inició progresivamente en el año 2020 y ha terminado bruscamente durante las semanas de enero y febrero de 2023.

Además de las iniciativas adoptadas por las autoridades hídricas (retener agua en los embalses, asegurando la protección ante las previsibles avenidas por deshielo acelerado de nieve) y las prácticas agrícolas de inundar temporalmente una parte de los terrenos de cultivo como forma de recargar los acuíferos, las ciudades del sur de California (un territorio de unos 50.000 km2, donde residen más de 20 millones de personas, con una pluviometría como la de Murcia y Almería) están invirtiendo más de 16.000 millones de dólares para obtener unos 750 hm3/año (2 hm3/día) de agua regenerada en 2035 mediante regeneración avanzada (purificación), que posteriormente infiltrarán en los acuíferos próximos, para su almacenamiento, distribución natural y posterior captación para abastecimiento público.