La fertilización agrícola que ofrece el riego con agua regenerada es un objetivo deseable, aunque difícil de alcanzar en la práctica debido a que el objetivo prioritario de la depuración de las aguas usadas es evitar la eutrofización de los medios acuáticos receptores de los efluentes depurados. El aprovechamiento de los fertilizantes (nitrógeno y fósforo) contenidos en los efluentes depurados, y luego regenerados, requiere en la práctica que el uso agrícola y de jardinería asegure la reutilización de todo el efluente depurado que se produzca en una EDAR. Los ritmos propios de la actividad agrícola y de jardinería, con sus periodos de riego y ausencia de riego, sus limitaciones para almacenar todo el efluente depurado-regenerado hasta que se pueda utilizar para regar, e incluso la variación de las demandas temporales de agua de riego en función de las lluvias y los tipos de cultivos regados hacen que el vertido a los medios acuáticos naturales sea, en la mayoría o la totalidad de los casos, la estrategia “por defecto” para el vertido de los efluentes depurados en las EDAR que no se hayan reutilizado para regar.

La circunstancia de que el agua regenerada sea innecesaria en ciertos momentos para el riego de campos agrícolas y jardines hace que la opción práctica “por defecto” sea verter el agua depurada e incluso regenerada al medio natural, obligando así a que la depuración (destinada a proteger el medio acuático receptor) deba incluir la remoción de nutrientes establecida por las normas de vertido aplicables. Puede haber casos excepcionales en que la utilización agrícola del agua regenerada esté asegurada y convenga por tanto conservar los nutrientes, o que la depuración pueda incluir dos líneas de proceso, una con remoción de nutrientes y otra sin ella. Incluso así, es usual que la concentración de nutrientes adecuada para los cultivos de una explotación agrícola o de jardinería varíe cuando se cambia el método de cultivo, la temporada de cultivo o las variedades cultivadas.

En todo caso, los operadores de las ERA deberán facilitar información actualizada del contenido de nutrientes del agua regenerada utilizada para regar, de modo que los encargados del riego agrícola o de jardinería puedan ajustar sus programas de fertilización teniendo en cuenta los nutrientes ya presentes en el agua regenerada. Los nutrientes recuperados durante los procesos de depuración pueden ser una fuente importante de nutrientes para la fertilización agrícola y de jardinería. La aplicación coordinada de esos nutrientes con el uso de agua regenerada permite optimizar simultáneamente la protección de los medios naturales y la promoción de la reutilización del agua y de los fertilizantes extraídos durante la depuración.