La secuencia lógica operativa es la siguiente:

a) agua residual (o agua usada) es el agua generada por la actividad humana (urbana, comercial, industrial, agrícola); contiene todos los contaminantes añadidos al agua de abastecimiento (la originaria de fuentes superficiales y subterráneas tradicionales) durante sus diferentes usos.

b) El agua residual ha de ser depurada (exigencia legal de extraer una gran parte, no todos y no en su totalidad, de los contaminantes que contiene) de modo que el agua resultante (efluente depurado) satisfaga los requisitos legales para su vertido al medio receptor (río, mar, suelo).

c) El agua regenerada es la obtenida, a partir de un efluente depurado, mediante la aplicación de procesos adicionales que mejoran su calidad y la hacen apta para su utilización en usos no potables (sin ingestión humana, como riego, lavado de calles y refrigeración). Ese proceso adicional se denomina “regeneración”, de acuerdo con la terminología oficial española y de la UE.

d) Cuando el agua regenerada se utiliza para usos potables (recarga de acuíferos, embalses o abastecimiento directo, como ocurre en la estación espacial internacional) es necesario aplicar una “regeneración avanzada” o un proceso de “purificación” (adjetivo utilizado en San Diego).

El agua reutilizada (adjetivo derivado del participio pasado) carece de interés en todo este proceso operativo y normativo; el interés y la inquietud sobre el agua regenerada se plantea antes de que sea reutilizada. Una vez reutilizada, el agua pasa a la categoría de agua natural o simplemente agua, que sigue su curso a través del ciclo hidrológico natural.