Los estudios, las investigaciones y los proyectos sobre regeneración y reutilización del agua llevados a cabo durante las últimas décadas han permitido disponer de amplios conocimientos científicos y técnicos sobre el tratamiento del agua, las alternativas tecnológicas para realizar la regeneración y los modelos económicos, financieros y de gestión para implantarla.
Disponemos igualmente de referentes normativos sobre la calidad del agua regenerada para los más diversos usos, tanto no potables como potables, en forma de normas establecidas por países pioneros y vanguardistas en este campo, de Directivas para el agua de consumo humano, de requisitos de calidad para usos industriales y de rangos de calidad de aguas superficiales comúnmente utilizadas para riego agrícola y jardinería.
Mientras que los proyectos de reutilización para usos no potables, especialmente riego agrícola y de jardinería han adquirido una extensa aplicación en el mundo, los de reutilización potable comienzan a destacar en territorios como Namibia y California, e incluso en la cuenca baja del río Llobregat, afectados por intensos episodios de sequía.
En resumen, disponemos de conocimientos, experiencia y medios con los que impulsar la reutilización planificada para usos potables, especialmente indirectos, de forma tecnificada, sistemática, proactiva, visionaria y vanguardista. Territorios menos afectados por las sequías, como el centro y norte de Europa, tendrán una motivación muy limitada por adoptarla hasta que sus recursos hídricos puedan verse afectados por la irregularidad pluviométrica que ya nos afecta en las regiones mediterráneas.