La regeneración de agua tiene lugar en una ERA. El hecho de que sea un proceso que se realiza inmediatamente después (a unos escasos metros) del proceso de depuración (EDAR) y de que con mucha frecuencia las instalaciones físicas (la obra civil) de las ERA estén ubicadas en el mismo recinto (terreno, propiedad) de la EDAR de la que reciben el efluente depurado lleva a la confusión de unificar ambas instalaciones.

Para mejorar la percepción del público en general, la EDAR y la ERA deben estar separadas entre sí, mediante un muro o un seto vegetal visibles, e incluso disponer de entradas diferentes. Todo ello con objeto de marcar claramente las diferencias entre ellas. Son muchos los gestores de estas instalaciones que otorgan escasa importancia a este aspecto fundamental desde el punto de vista cualitativo, incumpliendo así un elemento psicológico esencial en la percepción de los productos de ambas instalaciones. Un motivo frecuente de ese incumplimiento es la reducción de costes que comporta el mantener esas instalaciones indiferenciadas.

A título de ejemplo, es como mantener indiferenciadas la zona de ventas y la de almacén de suministros en un comercio de alimentación. Lo normal y deseable para el público comprador es que la zona de ventas y la de almacén estén separados por un muro, con una puerta o cortina de comunicación. Nuestros supermercados operan claramente siguiendo esta estrategia.