Los procesos técnicos de regeneración básica (para riego agrícola, por ejemplo) consumen una energía comparable a la de una estación de potabilización del agua (menos que 1 kWh/m3). Los procesos de regeneración avanzada consumen algo más de energía, pues implican normalmente el uso de membranas de ósmosis inversa, similares a las utilizadas en las plantas de desalinización. El consumo unitario (kWh/m3) depende mucho del tamaño y la configuración de la ERA (factor de escala).

A título de ejemplo, la estación de regeneración avanzada de Orange County Water District, en California, que produce unos 380.000 m3/día de agua regenerada de calidad comparable al agua de consumo humano, tiene un consumo energético de 1,12 kWh/m3, inferior al necesario para impulsar el agua trasvasada mediante un canal abierto desde 700 km al norte del Estado. El consumo energético de una planta desalinizadora oscila entre 3,5 kWh/m3 y 4,0 kWh/m3, dependiendo de las etapas de tratamiento incluidos.

El coste actual del agua regenerada en Orange County Water District es de 0,39 dólares/m3, mientras que el coste generalmente publicado por los explotadores de desalinizadoras como las que tenemos en la costa mediterránea suele ser de 0,80 euros/m3 o superior. La ciudad de San Diego tiene un contrato multianual para abastecerse con agua desalinizada, con un coste acordado de 1,5 dólares/m3 de agua desalinizada.