El sector de la regeneración ha experimentado un desarrollo y una implantación significativas durante las dos últimas décadas, debido fundamentalmente a la escasez de recursos en algunos lugares del mundo y a los intensos periodos de sequía registrados localmente durante los últimos años. Esos avances han afectado tanto a los aspectos normativos como los tecnológicos, los de gestión y sobre todo los relativos a la mejora de la percepción y la aceptación del agua regenerada por parte de los usuarios y los consumidores.

Las dos primeras décadas del presente siglo han visto la aprobación de normativas para la reutilización del agua mediante recarga de acuíferos y embalses en California, la reutilización de agua para riego agrícola mediante el Reglamento UE 2020/740, la continuación de los programas de seguridad de la calidad del agua regenerada para consumo humano directo, tal como se están elaborando en California, y sin duda la aplicación del RD 1620/2007 para los más diversos usos en España, con un especial interés en la reutilización para usos industriales (como la ERA de El Camp de Tarragona), donde las exigencias de calidad del agua regenerada para la industria suelen ser superiores a las aplicables al agua de consumo humano.

Las irregularidades meteorológicas previstas por los estudios de cambio climático en zonas de clima mediterráneo como las costas españolas y californianas están impulsando la reutilización del agua para numerosos usos, y especialmente el consumo humano (indirecto y directo). Como queda bien patente en los foros especializados, disponemos de conocimientos y tecnologías eficientes y económicas para hacerlo, aunque el factor determinante (limitante) de ese desarrollo es la colaboración proactiva de las autoridades de salud pública y recursos hídricos. Uno de los objetivos principales de esa colaboración es promover una percepción adecuada y una aceptación favorable por parte de la población, junto con una normativa que asegure la protección de la salud pública y el medio ambiente. Esos son realmente los factores limitantes de la regeneración y la reutilización del agua en estos momentos. Los desarrollos actuales en California, Singapur y Australia ilustran claramente esta situación.