Los episodios de sequía recientes y actuales en el sur de California están propiciando inversiones multimillonarias, destinadas a purificar hasta 2 hm3/día (en 2035) de agua regenerada de una gran calidad. Tras utilizarla para la recarga de acuíferos o embalses locales, el agua es captada de esas fuentes naturales y utilizada para consumo humano.

La reutilización de agua en zonas áridas como las del sur de California, y por similitud como las costeras mediterráneas, aporta recursos hídricos adicionales, fiables y resilientes, mejorando la autosuficiencia de los abastecimientos. La reutilización planificada para consumo humano en estas zonas está considerada como una estrategia de gestión económica e inevitable.

Conviene insistir que la adopción de unas u otras estrategias de gestión, y especialmente de las dos más innovadoras (regeneración y desalinización) obedece a criterios locales muy específicos, principalmente de tipo climatológico, geográfico, demográfico, ambiental y económico.

Conviene también indicar que la regeneración tiene a su vez una dependencia esencial del proceso previo que produce la materia prima a regenerar: los procesos de saneamiento, la segregación de vertidos y la depuración del agua; y todo ello como forma de asegurar la producción de un efluente depurado de calidad estable y acorde o superior a la exigida por la normativa de vertido (Directiva UE 91/271).