La normativa europea sobre reutilización del agua solo afecta actualmente al riego agrícola y de jardinería. El texto normativo tiene el rango de Reglamento UE 2020/741 y fue aprobado por el Parlamento y el Consejo europeos en junio de 2020 y entrará en vigor en junio de 2023. Europa alberga destacados proyectos de reutilización del agua para recarga de acuíferos potables como el de Torreele en la costa occidental belga, y el de la ciudad de Berlín en Alemania. La normativa aplicable en esos proyectos tiene alcance estatal y básicamente requiere la producción de un agua regenerada de calidad igual o superior a la exigida a escala europea para el agua de consumo humano. La página web de ASERSA muestra amplia información sobre el Reglamento UE 2020/741 y el proyecto de Torreele.

Las condiciones pluviométricas de las partes centrales y septentrionales del continente europeo no han propiciado hasta el momento la necesidad generalizada de la regeneración planificada del agua, aunque la reutilización incidental que ocurre en los grandes ríos que atraviesan el continente sí que han motivado la necesidad de aplicar normas de calidad de los efluentes depurados cada vez más exigentes. La reutilización planificada es mucho más frecuente en las zonas meridionales, especialmente las pertenecientes a la región mediterránea, donde la irregularidad pluviométrica y la aridez están promoviendo el recurso a técnicas innovadoras para asegurar la fiabilidad de los suministros.

Los informes elaborados por la Comisión Europea en 2014 indicaban que España era el Estado con mayor implantación de la reutilización y sobre todo el que mayor potencial tenía en un futuro próximo (2025) para satisfacer las necesidades de suministro de agua mediante caudales de agua regenerada. Por otra parte, las barreras más importantes para la implantación de la reutilización del agua eran el reconocimiento y la percepción del público, junto con el marco regulador y comercial.

La competencia normativa sobre la reutilización del agua en los EEUU es exclusivamente de carácter estatal. La reutilización ha progresado especialmente en los Estados del Oeste y Suroeste, en razón de la escasez de recursos, el desarrollo demográfico y los usos agricultura y de jardinería, junto con la notable irregularidad pluviométrica. Otros Estados están adoptando la reutilización como forma de disponer de recurso fiables para una gran variedad de aprovechamientos. California es un Estado pionero en reutilización para todos los usos, excepto el de reutilización potable directa (incorporación del agua regenerada en el conducto de abastecimiento público). El proyecto realmente pionero en ese uso del agua regenerada es la ciudad de Windhoek, la capital de Namibia, donde reutilizan agua para consumo humano desde 1968 (25 % del aportado a la red de distribución), cuando eran una provincia de África del Sur.

California dispone de reglamentación aplicable a todos los usos, excepto el de reutilización potable directa para el que están elaborando la normativa aplicable, y cuenta con numerosos proyectos de reutilización, especialmente en el sur del Estado, cuya climatología es árida o semi-árida. Tras el predominio del uso de agua regenerada para riego agrícola (desde 1978 hasta 2000), el predominio del uso del agua regenerada ha pasado a ser la recarga de acuíferos potables (costeros sobre-explotados) especialmente en el sur del Estado, que depende para su suministro de grandes trasvases desde el norte del Estado. La falta de fiabilidad de esos trasvases durante los intensos episodios de sequía registrados entre 2012 y 2017, y desde 2020 hasta este momento ha llevado a la construcción de grandes proyectos de “regeneración avanzada” o “purificación” con los que producir agua para la recarga de acuíferos costeros sobre-explotados que se utilizan para abastecer de agua potable a los 20 millones de personas que viven desde Los Angeles hasta San Diego.