La regeneración y la reutilización del agua han estado motivadas principalmente por las sequías que han afectado a territorios de clima árido y semi-árido, como los de latitudes similares a la región mediterránea. Muchos de esos proyectos han sido impulsados por el espíritu vanguardista y visionario local, junto con los deseos de mejorar la autosuficiencia hídrica. Entre las claves del progreso realizado por la reutilización del agua figuran su compromiso por producir un agua regenerada de gran calidad, documentarla mediante proyectos de demostración y conseguir la complicidad de los usuarios con sus logros.

Durante los años 1970 en California, la actitud proactiva local permitió motivar a las autoridades de salud pública y de recursos hídricos para que fueran más allá del criterio tradicional establecido en los años 1860 en Inglaterra, según el cual los abastecimientos de agua deben iniciarse en aquellas zonas de los ríos no afectadas por vertidos contaminantes. Una colaboración estrecha y continuada entre reguladores y usuarios del agua durante más de cuatro décadas ha permitido a las autoridades sanitarias y de recursos hídricos californianas avanzar en una fase vanguardista de la gestión de los recursos hídricos, acorde con la demografía, la climatología, los usos del agua y la protección ambiental propias del siglo XXI.