Las técnicas disponibles para la regeneración del agua son desarrollos avanzados de las técnicas utilizadas para la potabilización del agua, cuando se capta de ríos y acuíferos. Son técnicas compartidas por la regeneración, la desalinización y la potabilización. En definitiva, todas ellas tienen como objetivo retirar, reducir, extraer aquellos componentes del agua que son indeseables para el uso al que se piensan dedicar, sea éste el consumo humano, el uso agrícola o el uso industrial.

El concepto de tratamiento terciario es anticuado e indefinido y debe ser sustituido por designaciones más específicas, que aporten información relevante sobre lo que cada tratamiento en concreto es capaz de hacer. Por comodidad técnica, la designación de tratamiento terciario se utiliza para designar cualquier tratamiento que sigue al tratamiento secundario, que es el obligado para los procesos de depuración. Ese carácter inespecífico, en un momento histórico en que se dispone y se utiliza una gran diversidad de procesos de tratamiento, hace que el uso de “tratamiento terciario” no aporte información relevante e incluso genere una percepción negativa por parte del público, ante un concepto cuyo contenido se le está ocultando.

Para ilustrar esta reflexión, es como si a la pregunta cotidiana de un cliente sobre la oferta culinaria de un restaurante, la respuesta del camarero fuera “le ofrecemos una excelente comida”. El obvio que el cliente desea conocer detalles más concretos sobre las variedades de la comida que el restaurante le ofrece: los primeros y segundos platos, los segundos platos disponibles (carne o pescado), así como la oferta de bebidas, postres y café. Sería como designar a todo lo que puede venir después de los segundos platos con el nombre de terceros platos, sin mayor concreción de entre su gran diversidad.

En definitiva, los sectores de la potabilización, la depuración, la regeneración y la desalinización del agua disponen de una gran variedad de soluciones tecnológicas, de amplios conocimientos científicos y técnicos sobre cómo purificar el agua, y sobre todo de una gran experiencia sobre cómo aplicarlas de forma sostenible y económica en cada caso concreto. Algunas de esas tecnologías son muy comunes en la mayoría de los proyectos reales, mientras que otras tecnologías están justificadas por las necesidades de cada proyecto en particular. La experiencia operativa, la capacidad de gestión sostenible de las instalaciones, especialmente la capacidad para superar incidentes (averías, piezas de repuesto) y las habilidades para informar a la ciudadanía (transparencia informativa) de los retos y logros de los proyectos figuran entre los retos más relevantes de esos sectores en el momento actual.