La reutilización de agua regenerada para consumo humano es ya una solución eficaz y fiable para el suministro de agua de consumo humano en zonas geográficas con insuficiencia o irregularidad pluviométrica, por su capacidad para generar recursos fiables (garantía hídrica) con independencia del régimen pluviométrico y las sequías.

La iniciativa pionera en este campo surgió en 1968 en la ciudad de Windhoek, capital de Namibia, donde la escasez de agua obligó a implantar un suministro parcial de agua regenerada a la población. El agua regenerada se produce a partir del efluente depurado de la ciudad, que tras pasar por un sistema de lagunaje (solución basada en la naturaleza), accede a una estación de regeneración avanzada de agua (ERA). Esta ERA produce un caudal medio de 15.000 m3/día, lo que representa un 25 % del agua de consumo humano suministrada a la población. La sequía del año 2016 hizo que las autoridades permitieran que ese porcentaje alcanzara hasta un 40 %. El agua regenerada se incorpora directamente a la red de abastecimiento urbano, asegurando una mezcla y distribución geográfica uniforme con el agua potable obtenida de las fuentes convencionales de suministro.

El ejemplo de reutilización potable del agua más emblemático y de mayor capacidad del mundo es el que viene funcionando desde 2004 en el Orange County Water District (OCWD) con el nombre de Groundwater Replenishment System (GWRS). El proyecto GWRS es operado conjuntamente por la agencia de abastecimiento (OCWD) y la de saneamiento (OCSD) del condado; el OCSD suministra el efluente depurado y el OCWD se encarga de su regeneración avanzada y recarga en el acuífero local. La estación de regeneración avanzada del GWRS produce 380.000 m3/día (135 hm3/año) y está siendo ampliada por segunda vez (desde su inicio en 2004) para que produzca 160 hm3/año en 2023, momento en que no habrá más efluente depurado local con el que abastecer al GWRS. La peculiaridad del GWRS es que el agua regenerada se infiltra en un gran acuífero sobre-explotado del condado (75.000 ha), asegurando su mezcla con otras fuentes de agua superficial, su dispersión por el subsuelo, lo que facilita su distribución natural hasta los pozos municipales de abastecimiento, su protección ante la evaporación y su pérdida de identidad, mejorando así la percepción y la aceptación de los usuarios.

Singapur adoptó un sistema similar al del GWRS y acuñó de forma pionera en el mundo el nombre de NEWater para esta nueva fuente de agua. Entre un 3 % y un 5 % de NEWater se vierte en embalses de abastecimiento y el resto se suministra para uso industrial. Singapur es sin duda uno de los Estados con mayor compromiso y determinación en hacer del agua regenerada (y también desalinizada) un componente esencial de su gestión de los recursos hídricos.

Otro ejemplo emblemático de regeneración potable directa, aunque menor que los anteriores, es el que se realiza en la Estación Espacial Internacional, donde en boca de los propios astronautas “el pipí de hoy es el café de mañana”.

La reutilización de agua regenerada de gran calidad (incluso superior a la potable en ciertos casos) para consumo humano, mediante su incorporación a un acuífero, un embalse o directamente a la red de distribución, es ya una opción segura y de calidad en zonas de climatología mediterránea en que la irregularidad pluviométrica impide asegurar un abastecimiento fiable a la población y otros usuarios. La reutilización del agua es una estrategia de gestión complementaria de otras como la preservación de la calidad de las fuentes de agua (saneamiento y depuración), el ahorro y el uso eficiente del agua, la regulación hidrológica y el intercambio entre concesionarios en el marco de mancomunidades o consorcios. Cuando esas cuatro estrategias anteriores son incapaces de resolver el déficit de recursos, como ocurre en zonas con sequías o la Estación Espacial Internacional, la regeneración potable directa del agua pasa a ser una estrategia inevitable.