La ciudad de San Diego acaba de dar un gran paso adelante en su plan de alcanzar una mayor independencia hídrica. El pasado martes 19 de noviembre, el pleno municipal aprobó por unanimidad un plan a largo plazo para utilizar agua regenerada como fuente de abastecimiento de agua, mediante la utilización de procesos avanzados de regeneración de agua. Una coalición de líderes públicos, asociaciones empresariales y organizaciones ambientales presentaron el plan como la mejor forma de reducir la dependencia del agua importada actualmente (un 85% de todo el consumo) y de disponer de una importante fuente de abastecimiento, insensible ante las sequías. En boca del concejal Scott Sherman “en el sur de California, necesitamos ser auto-suficientes en lo que respecta a nuestras fuentes de agua de abastecimiento”. El proyecto ha sido bautizado con el nombre de Agua Pura San Diego y está previsto que aporte unos 115 hm3/año, más de una tercera parte del agua potable utilizada por la ciudad, en el año 2035. El recibo del agua y del saneamiento aumentará para financiar el Proyecto Agua Pura, estimado en 3,5 millardos de dólares (incluyendo intereses) y formado por tres grandes estaciones de regeneración avanzada de agua y muchos kilómetros de tuberías para almacenar el agua en el embalse de San Vicente y suministrar agua directamente a los usuarios. San Diego ha previsto conseguir ayudas federales y estatales para su financiación. Por otra parte, la estrategia de regeneración avanzada de aguas locales evitará unas inversiones de 2,1 millardos de dólares que se estiman necesarios para rehabilitar la EDAR de Point Loma. La votación del pleno municipal ha venido propiciada por la proximidad del plazo de terminación del permiso de vertido (el próximo verano) por el que la EDAR de Point Loma continúa sin satisfacer los niveles federales de calidad del vertido. El pleno municipal aprobó el plan de alcalde de solicitar un nuevo aplazamiento de la mejora del proceso de depuración, basado en la propuesta de regenerar y reutilizar esos vertidos mediante el proyecto Agua Pura. Desde una perspectiva más amplia, cabrá seguir las reacciones de las autoridades federales y estatales ante este nuevo aplazamiento, a cambio de unas realizaciones previstas para el año 2035 (dentro de 20 años). Conviene recordar que San Diego viene disfrutando de un aplazamiento renovado desde hace varias décadas, mientras la ciudad y el condado han seguido un proceso dubitativo al respecto de la reutilización potable del agua y que, aun siendo vecinos del Orange County Water District, prefirieron descartar la reutilización potable y optar por la desalación de agua de agua, aprobando una iniciativa privada para construir y operar la planta desaladora de Carlsbad. El contrato firmado a finales de noviembre de 2012 por la Autoridad Hídrica del condado de San Diego con el promotor de esta desaladora comporta la compra de 60 a 70 hm3/año de agua desalada durante los próximos 30 años, a un coste unitario total de hasta 1,5 €/m3.