El portal de noticias Finance.Yahoo publicó el pasado 2 de abril un interesante artículo sobre la problemática generada por el consumo de agua necesario para refrigerar los grandes centros de almacenamiento de datos, como los que utiliza Google en sus grandes Centros de Datos.
En agosto de 2019, la Asociación de usuarios de agua municipal de Arizona construyó una pirámide con tazas de agua, de 5 metros de altura, en la entrada principal de su sede en Phoenix. El objetivo de la iniciativa fue mostrar a los residentes de esta región desértica el volumen de agua que cada uno de ellos utiliza diariamente – 455 litros – y promover así el ahorro del agua. En palabras de su director ejecutivo, “hemos de continuar haciendo nuestra contribución cada día. Algunos de nosotros estamos todavía utilizando diariamente grandes volúmenes de agua y deberíamos adoptar otras posibles formas de utilizar el agua de un modo un poco más moderado”.
Unas semanas antes, en la ciudad próxima de Mesa, Google había propuesto un plan para construir un gigantesco centro de datos en medio de los cactus y las barrillas rodadoras. Aunque la ciudad de Mesa es scio fundador de la Asociación, el ahorro de agua había quedado un tanto al margen del acuerdo establecido con Google, la mayor compañía americana de internet. La ciudad había ofrecido a Google la garantía de disponer de 3.800 m3/día para refrigerar su centro de datos y de hasta 15.000 m3/día si el proyecto alcanzaba sus objetivos finales. La pirámide de tazas de agua que habría sido necesario construir para contener ese volumen de agua se alzaría centenares de metros hacia el cielo despejado de Arizona.
La empresa matriz de Google, Alphabet Inc., está construyendo numerosos centros de datos a lo largo y ancho de los EEUU a fin de potenciar las búsquedas en línea, la publicidad en la red y los servicios en la nube. La compañía se ha venido vanagloriando durante años de que esos enormes almacenes llenos de ordenadores son eficientes desde el punto de vista energético y respetuosos desde el punto de vista ambiental. No obstante, hay un coste que la compañía trata de mantener secreto. Esas instalaciones usan bastantes hm3 de agua anualmente, a veces en zonas con clima seco que se han de esforzar por ahorrar un recurso público tan limitado. En palabras del director de campañas climáticas globales de Stand.earth, un grupo ambientalista: “Los centros de datos se están expandiendo y llegando a todos sitios. Deben ser construidos de modo que se asegure que no detraen recursos críticos de las poblaciones con escasez de agua”.
Google considera su uso de agua como un secreto industrial y prohíbe incluso a los representantes públicos que revelen los consumos de la compañía. Pero esa información ha sido dada a conocer, en algunos casos a través de demandas legales por las empresas locales y los grupos conservacionistas. Solo en 2019, Google solicitó, o le fueron concedidos, más de 8,7 hm3 de agua para sus centros de datos de tres estados diferentes, de acuerdo con los documentos públicos disponibles en línea y las solicitudes legales.
Los conflictos relativos al uso de agua de la compañía pueden aumentar a medida que compite con Amazon.com Inc. y Microsoft Corp. en el boyante mercado del cálculo en la nube. Google dispone actualmente de 21 instalaciones de centros de datos. Tras invertir 13 millardos de dólares en oficinas y centros de datos en 2019, tiene previsto gastar otros 10 millardos de dólares en los EEUU durante el presente año. “La carrera por mantenerse al día en cuanto a los centros de datos es muy frenética”, en palabras del director ejecutivo de la consultora Critical Facilities Efficiency Solutions. “No pueden adoptar siempre las mejores soluciones ambientales”.
Con frecuencia, Google ubica los centros de datos cerca de grandes centros nodales de población con objeto de asegurar que sus servicios de web puedan responder rápidamente, lo que a veces requiere construirlos en regiones cálidas y secas. Las unidades de cálculo ubicadas en su interior se calientan fácilmente y necesitan agua para su refrigeración. En palabras del director de energía y emplazamiento de Google, “Nos esforzamos por dotar de sostenibilidad a todo lo que hacemos. Estamos orgullosos de que nuestros centros de datos figuren entre los más eficientes energéticamente del mundo y nos hemos esforzado por reducir su impacto ambiental, incluso ante el crecimiento dramático de la demanda de nuestros productos”.
En la población de Red Oak, en Texas, ubicada a unos 35 km al sur de Dallas, Google quiere disponer de hasta 5,5 hm3 de agua anuales para un nuevo centro de datos previsto para 2021, de acuerdo con una solicitud oficial. El condado de Ellis, en el que se ubican Red Oak y unas 20 poblaciones adicionales, necesitará casi 57 hm3 anuales de agua para atender todas sus necesidades, desde el riego hasta el uso doméstico, según indica el Consejo de Desarrollo de Recursos Hídricos de Texas.
Muchas zonas de Texas están experimentando ya una gran demanda de agua, de acuerdo con el director del centro de recursos hídricos de la Universidad Técnica de Texas. “Anticipamos unas sequías más prolongadas a causa del cambio climático. Este tipo de operaciones de uso intensivo del agua vienen a sumarse al estrés hídrico local”. Aunque las ciudades con escasez de recursos hídricos han de conseguir un equilibrio entre el ahorro de agua y el desarrollo económico, el abundante dinero de Google es sin duda un gran atractivo. En opinión del director del centro de recursos hídricos, “es una batalla constante en Texas, porque nuestro deseo es conseguir ambas cosas”.