California también ha recibido durante las pasadas semanas una primera entrega de sus regalos de Navidad, consistente en cantidades de lluvia y nieve que los meteorólogos estiman en unos 40.000 hm3. Sin embargo, solo una parte de esa precipitación se convierte en reservas de agua, debido a las pérdidas por evapotranspiración, escorrentía superficial y otras causas. El problema sigue siendo que las extracciones de los acuíferos se han intensificado durante los pasados 3 años desequía, haciendo que las reservas subterráneas hayan disminuido de forma alarmante, y sigan sin revertir su tendencia.

Resultados de estudios realizados durante los últimos 12 años indican que los acuíferos de los ríos Sacramento y San Joaquín han alcanzado un déficit de 45.000 hm3, a un ritmo de agotamiento de 4.500 hm3/año desde 2011. Es por ello que, además de insistir en que las recientes lluvias son insuficientes para compensar los déficits de agua causados por los 3 años de sequía anteriores, las autoridades estatales siguen sus planes de establecer medidas promotoras de ahorro en el uso de agua que, en el mes de octubre se situaba en una media estatal de 440 litros/hab-día. Para prepararse ante la sequía durante 2015, las agencias estatales celebraron una jornada de trabajo de 6 horas de duración en Los Ángeles, en la que expertos del sector y el público en general pudieron ofrecer ideas sobre cómo aumentar los actuales niveles de ahorro de agua. Numerosos asistentes urgieron a los representantes estatales su apoyo para implantar tramos de consumo y precios, o precios unitarios en función delas asignaciones de consumo, todos ellos adaptados a cada abonado, incluyendo el número de residentes en la vivienda, la superficie de la parcela y otros factores.

No cabe duda de que un mejor conocimiento de las medidas que hemos venido adoptando en nuestras latitudes para esos fines les podrían serde gran utilidad. Pero parece que la distancia y la cultura hacen difícil esa transferencia de experiencia.