El portal de la Universidad de California en Merced publicó el pasado 24 de febrero un excelente artículo de Lorena Anderson, encargada de comunicación del campus universitario, en el que se describen los resultados de un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la UC Merced sobre las consecuencias del episodio de sequía que sufrió el Estado durante el año 2021.

A continuación se presenta el texto en español del citado artículo.

La sequía del año 2021 tuvo un coste directo sobre el sector agrícola de California de unos 1,1 millardos de dólares y una pérdida de casi 8.750 puestos de trabajo a tiempo completo y parcial, de acuerdo con las estimaciones de un reciente análisis realizado por los investigadores de la Universidad de California en Merced. Una vez considerados los efectos ocurridos en otros sectores económicos, los impactos totales han sido estimados en unas pérdidas de 1,7 millardos de dólares y de 14.634 puestos de trabajo a tiempo completo y parcial.

El informe preliminar sobre los Economic Impacts of the 2021 Drought on California Agriculture, publicado el pasado 24 de febrero, analiza los impactos de la sequía del pasado año en el Valle Central, la cuenca del río Russian y los valles del norte del Estado. Los investigadores han desarrollado estas estimaciones preliminares de los impactos económicos mediante encuestas, revisiones de información hidrológica y datos de sensores remotos recogidos en esas zonas, y su posterior comparación con las condiciones medias, así como con las registradas durante la sequía de 2012-2016.

El informe identifica la existencia de al menos unas 180.000 ha de tierra improductiva — de las cuales unas 175.000 ha en el Valle Central, con respecto a las condiciones previas a la sequía, a causa de las restricciones de agua causadas por la sequía. Los territorios más afectados fueron varias zonas del Valle del Sacramento, la zona occidental del Valle de San Joaquín, el Condado de Tulare y el Condado de Kern. Otras zonas afectadas por la sequía incluyen la cuenca del río Russian y las franjas entre cordilleras montañosas dedicadas a la agricultura en los Condados de Siskiyou, Shasta y Modoc. Los cultivos afectados de forma más significativa por efecto de la ampliación de la puesta en barbecho incluyen el arroz en el Valle del Sacramento, el algodón en el Valle de San Joaquín, y los cereales y los cultivos extensivos en todo el Estado.

En palabras del profesor Josué Medellín-Azuara, de la Escuela de Ingeniería, y autor principal del estudio, “cuando se compara con la sequía de 2012-2016, las condiciones han sido mucho peores para el Valle del Sacramento y la cuenca del río Russian, aunque los impactos a escala estatal no hayan sido tan intensas como en 2015 — el punto de mayor intensidad del pasado episodio de sequía. Si las condiciones de sequía persistieran a lo largo de 2022, sería necesario adoptar una serie de medidas de adaptación más intensas para reducir los impactos económicos en la agricultura y las comunidades que acogen a millares de hogares que dependen de la agricultura para vivir”.

El informe resalta igualmente que los notables precios de los productos han ayudado a mitigar algunos de los costes económicos de la sequía de 2021. Los precios de la leche aumentaron debido a la demanda global, incrementando los beneficios y compensando algunos de los mayores costes de producción debidos a los efectos de la sequía. El sector productor de leche exploró alimentos alternativos al heno y los cereales de invierno que, en algunos casos, llegan a aumentar la productividad láctea de las vacas. El sector del vacuno para carne hubo igualmente de adaptarse a los limitados pastos de invierno y los mayores costes del forraje, aunque la cabaña ganadera de terneras para carne aumentó, al igual que lo hizo su aportación a la cabaña vacuna nacional, facilitando así unos aumentos potenciales de beneficios.

Aunque los ciudadanos de California están familiarizados con la sequía, los años hidrológicos 2020 y 2021 han sido los dos segundos más secos del registro histórico. Aunque los déficits de precipitación fueron generalizados, las condiciones de sequía fueron más intensas en el Valle del Sacramento y las regiones de la Costa Norte. Según el informe, la ausencia de “ríos atmosféricos” y un espesor de nieve inferior a la media condujeron al agotamiento de los embalses y los acuíferos durante el año 2021”.

En palabras de Alvar Escriva-Bou, investigador y coautor del informe, experto en ingeniería y en políticas hídricas del Public Policy Institute of California “ésta ha sido una sequía de progresión rápida que muestra la forma en que el cambio climático está aumentando los retos a los que habremos de hacer frente en California para gestionar los recursos hídricos. Es triste, pero estamos confrontados con la necesidad de ver más y más sequías como ésta, lo que hace necesario disponer de mejores herramientas para anticipar y minimizar sus impactos socio-económicos”.

No obstante, la sequía no se define únicamente por la falta de suministro de agua, de acuerdo con los investigadores. Unas temperaturas más cálidas y unas condiciones de mayor sequedad previa aumentan las demandas de agua para riego y amplían el margen de diferencia entre el abastecimiento de agua y las necesidades de agua para riego. En palabras del profesor John Abatzoglou, experto climático y coautor del informe, “el calentamiento ha impactado la disponibilidad estacional de agua, en particular mediante la disminución de la escorrentía generada por la nieve y la mayor sequedad atmosférica. El efecto conjunto de esos dos factores ha intensificado la intensidad de la sequía y los impactos en el Estado, a la vez que ha aumentado la necesidad de soluciones prácticas para hacer frente a la sequía”.

La sequía empezó durante las fases iniciales de aplicación de los planes de sostenibilidad de la Ley de Gestión Sostenible de los Acuíferos (SGMA). Esta ley está diseñada para evitar las consecuencias indeseables del uso insostenible de agua subterránea. Los planes de sostenibilidad del agua subterránea para los acuíferos críticamente sobre-explotados fueron presentados en 2020 y está previsto presentar los planes para otras cuencas prioritarias durante la primera parte del año actual. Estos planes se mantendrán efectivos en éstas y otras cuencas prioritarias del Estado. El informe resalta que la creciente variabilidad del abastecimiento de agua superficial en California y la presencia de acuíferos sobre-explotados representan dos retos serios para satisfacer las necesidades sociales.

En palabras del Professor Joshua Viers, coautor del informe, “no debe sorprendernos que California tenga una mayor dependencia de las aguas subterráneas para satisfacer su abastecimiento de agua durante la sequía. La ley SGMA está avanzando de forma satisfactoria y está moldeando la forma en que hemos de responder a la sequía, especialmente en el Valle. A pesar del verdadero y real impacto económico, este informe ilustra igualmente la enorme capacidad para la innovación y la adaptación del sector agrícola, más allá del aumento del alimento disponible para el ganado mediante las cáscaras de almendra – considerado normalmente como un subproducto – y también las inversiones directas en técnicas y tecnologías para la recarga de acuíferos. Estas innovaciones, junto con una mejor información sobre el uso y aplicación del agua, nos ayudará finalmente a gestionar de forma más efectiva unos recursos hídricos escasos”.

Mediante una ayuda de investigación de 1,5 millones de dólares, concedida por el California Department of Food and Agriculture, los investigadores Medellín-Azuara, Abatzoglou, Viers y Escriva-Bou han trabajado desde el pasado otoño para desarrollar este análisis económico, junto con herramientas de ayuda a la decisión para el sector agrícola durante las sequías. Entre los autores que han colaborado en este análisis, figuran los estudiantes graduados del departamento UC Merced Environmental Systems Spencer Cole y José M. Rodríguez-Flores, así como el Professor Daniel A. Sumner  de UC Davis.

En palabras del profesor Medellín-Azuara, “en las próximas semanas, el equipo investigador se reunirá con su panel asesor de expertos, partícipes y grupos asociados con objeto de actualizar las condiciones actuales de sequía y los impactos en el sector agrícola, así como de datos y herramientas de evaluación, a fin de informar sobre la gestión de la sequía y la toma de decisiones”.