La página web de la agencia de noticias Associated Press (AP), en su edición del 19 de octubre, publicó la noticia titulada “La USEPA anuncia su estrategia para regular las sustancias tóxicas persistentes, haciendo una especial referencia al grupo de sustancias conocidas con las siglas PFAS.

A continuación se presenta la versión en español de esta noticia, para facilitar su lectura por los seguidores de ASERSA.

El lunes 18 de octubre, el gobierno Biden anunció el lanzamiento de una amplia estrategia para regular los compuestos industriales tóxicos causantes de serios efectos sobre la salud pública, que son utilizados para fabricar productos que van desde los utensilios de cocina, pasando por las moquetas, hasta llegar a las espumas contra incendios.

El director de la Agencia de Protección Ambiental (USEPA) anunció que su agencia está realizando  una serie de actuaciones para limitar la contaminación causada por un grupo de sustancias persistentes conocidos como PFAS que están apareciendo de forma acelerada en abastecimientos públicos de agua, pozos privados e incluso alimentos.

El Departamento de Defensa está actuando para evaluar y limpiar los lugares contaminados con PFAS a lo largo y ancho de los EEUU, mientras que la Food and Drug Administration ampliará el análisis de los suministros de alimentos para estimar la exposición de los ciudadanos a los PFAS contenidos en los alimentos. El Departamento de Agricultura va a intensificar sus esfuerzos para evitar y ocuparse de la contaminación de los alimentos por los PFAS.

El plan tiene como objetivo restringir que los PFAS sean liberados al medio ambiente, acelerar la limpieza de los lugares contaminados con PFAS, tales como las bases militares, y aumentar las inversiones en investigación para conocer mejor dónde se pueden encontrar los PFAS y cómo evitar su dispersión.

Es palabras del director de la USEPA a los informadores de AP, “Ésta es una estrategia valiente que se inicia con una actuación inmediata” e incluye etapas adicionales “que se llevarán a cabo durante el primer mandato” del Presidente Biden. “Vamos a utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para restringir la exposición humana a estos compuestos químicos tóxicos”.

Los PFAS, también llamados “compuestos persistentes” debido al largo periodo de tiempo que perduran en el medio ambiente, han sido asociados con serías condiciones de salud incluyendo el cáncer y la reducción de peso al nacer. PFAS son las siglas de las sustancias per- y polifluoroalquílicas utilizadas en sartenes no adherentes, ropa de deporte repelentes al agua, alfombras repelentes a las manchas, e incontables productos de consumo. Sus enlaces químicos son tan fuertes que no se degradan o lo hacen de forma muy lenta en el medio ambiente y permanecen indefinidamente en el flujo sanguíneo de las personas.

Siguiendo la estrategia anunciada el lunes, la USEPA comenzará a establecer unos límites agresivos sobe la presencia de PFAS en el agua de consumo humano bajo la tutela de la Safe Drinking Water Act y requerirá a los fabricantes de PFAS una declaración del grado de toxicidad de sus productos. La agencia designará también a los PFAS como sustancias peligrosas bajo el ámbito de la conocida como Superfund Law que autoriza a la USEPA a obligar a las compañías responsables de la contaminación a pagar el coste de los trabajos de limpieza o a hacerlo ellas mismas.

Esta actuación hará más fácil la tarea para la USEPA de asegurar que los procesos de limpieza se realicen de forma segura y que “el contaminador pague por ello”. Los grupos ambientalistas y de salud pública dieron la bienvenida al anuncio. Hace tiempo que los defensores de los derechos han sugerido la adopción de actuaciones ante la presencia de PFAS por parte de la USEPA, la FDA, el Pentágono y otras agencias.

Miles de poblaciones han detectado la presencia de los productos químicos PFAS en sus aguas, y se ha confirmado la presencia de PFAS en casi 400 instalaciones militares, de acuerdo con el Grupo de Trabajos Medioambientales, una organización de investigación y defensa de los derechos. En palabras de vicepresidente de este grupo, “Nadie debería tener que preocuparse por la presencia de estos tóxicos persistentes en su agua del grifo”. El grupo está agradecido al gobierno Biden por su intención de cumplir la promesa del presidente del país de ocuparse de los PFAS y “comenzar a cerrar el grifo de la contaminación industrial debida a los PFAS”.

El Consejo Americano de Química, que representa las principales compañías químicas, anunció que apoya “una normativa fuerte y con bases científicas de los productos químicos, incluyendo las sustancias PFAS”. Pero el grupo añadió que “Todos los PFAS no son iguales, y no deberían ser regulados del mismo modo. La hoja de ruta de la USEPA refuerza las diferencias entre estos compuestos químicos y la necesidad de que no sean todas agrupadas en una misma categoría. Esperamos y aspiramos a que cualquier actuación federal será coherente con una ciencia sólida”.

La estrategia regulatoria aparece en un momento en que el Congreso está considerando una legislación amplia con la que establecer normas nacionales de calidad del agua de consumo humano para ciertos PFAS y de limpieza de lugares contaminados en todo el país, incluyendo bases militares donde se han descubierto altas concentraciones de PFAS.

La legislación aprobada por la Cámara establecerá un límite nacional de PFAS en el agua de consumo humano y pedirá a la USEP que desarrolle límites de vertido para un abanico de industrias sospechosas de verter PFAS en las masas de agua. Por el momento, la ley está estancada en el Senado. El congresista demócrata patrocinador de la ley del Congreso celebró el anuncio de la USEPA y manifestó que la limpieza de los lugares contaminados con PFAS debería comenzar inmediatamente. “Sabemos desde hace años sobre la presencia de los PFAS y sus efectos tan peligrosos, y actualmente, el gobierno federal se ha comprometido ante la ciudadanía americana a que estos productos químicos no sean ignorados por más tiempo”.

Incluso con la actuación de la USEPA, el congreso ha de aprobar la legislación para regular y limpiar los PFAS. “Ha llegado el momento de que el Senado actúe”. El actual director de la USEPA, un antigua legislador ambiental de Carolina del Norte que ocupa la dirección de la USEPA desde el mes de marzo, manifestó haber visto en su propio Estado lo peligroso que los PFAS pueden ser. En su anterior condición de primer responsable político ambiental en Carolina del Norte, el director de la USEPA dirigió las negociaciones que culminaron con la limpieza del Cape Fear River que había sido peligrosamente contaminado con compuestos industriales PFAS que habían sido vertidos durante décadas desde una planta de manufactura operada por una subsidiaria del gigante químico DuPont.

En palabras del director de la USEPA, “Pasé tiempo con familias en sus comunidades, hablando con ella sobre los miedos y las preocupaciones que tenían”, cuando anunció los planes de la agencia en una conferencia de prensa en Raleigh. “Pasé tiempo hablando con madres que estaban preocupadas por los impactos potenciales y a largo plazo sobre sus hijos, con cuidadores que estaban preocupados por si las enfermedades terminales de sus seres queridos estaban relacionadas” con los vertidos de PFAS desde la planta Fayetteville Works. “En resumen, hay un sentimiento real de urgencia”.

Elogiando las actuaciones de aplicación de la ley en Carolina del Norte, el director de la USEPA indicó que el Estado habría estado en una posición más fuerte “si el gobierno federal hubiera siso un socio mejor y más fuerte”. Bajo su dirección, la USEPA ha “hecho más en ocho meses” sobre los PFAS que el anterior gobierno federal en cuatro años.

Los funcionarios esperan tener ultimada una norma sobre PFAS en agua de consumo humano para el año 2023. En palabras del director de la USEPA, “Vamos a avanzar tan rápidamente como sea posible, a fin de establecer estos límites de seguridad del agua de consumo humano”. Las actuaciones sobre los PFAS no se harán “a las espaldas de los ciudadanos americanos. Estamos considerando a los contaminadores responsables de sus actos, y estamos utilizando todo el alcance de nuestra autoridad estatutaria para asegurar que pagan por lo que han hecho”.