El diario Fresno Bee informa de las recientes discrepancias que están surgiendo entre las comunidades de regantesdel valle de San Joaquín y que han resultado en la salida de cinco de ellas de la Asociación Friant Water Authority, uno de los estandartes de distribución de agua para millones de hectáreas. Esta importante agrupación ha perdido una cuarta parte de sus miembros en el curso del pasado mes, por disputas sobre cómo conseguir más agua en la franja oriental del valle, cuya agricultura representa varios millardos de dólares. “No sabemos cómo acabará todo esto” manifestó el presidente del consejo de gobierno de la asociación. “son momentos de desesperación. No habíamos sufrido una sequía tan terrible en los últimos 65 años”. Aunque esta segregación no es un golpe fatal para la Asociación, la organización está dando muestras de agrietarse bajo la presión de la sequía.
La Asociación, que se ocupa de los asuntos legales y políticos además de explotar el impresionante canal de Friant-Kern, habrá de continuar con tan solo 16 comunidades de regantes. Las cinco comunidades salientes pueden formar una nueva alianza regional que les ayude a superar el reto de conseguir agua a medida que la crisis de la sequía se adentra en el verano. La profunda preocupación de la sequía afecta a 15.000 explotaciones del este del valle, entre las que se encuentran algunas de las mejores plantaciones de cítricos del país. El año pasado, los cultivadores del este del valle sufrieron su primer verano sin agua del Central Valley Project, regulado en el embalse de Millerton. Los responsables de la Asociación manifestaron que los funcionarios federales no aplicaron correctamente las condiciones contractuales, pues Friant debería haber recibido al menos un poco de agua del embalse de Millerton. La impresión de muchos asociados es que nadie escuchó sus peticiones. Los responsables de Friant ha revisado su estructura de gestión y han decido incorporar un gerente que pueda tomar la iniciativa y presentar el caso de Friant ante los círculos políticos.
No obstante, las cinco comunidades de regantes salientes no concuerdan en que sea cuestión de añadir un nuevo gerente y un importante salario. “Es cuestión de agilar la explotación y asegurar que se tienen ideas bien claras. Es una diferencia en filosofía, no una disputa amarga. Es una separación amistosa. Continuaremos colaborando con las comunidades de Friant”. Dale Brogan, gerente de Delano-Earlimart Irrigation District, indica que aunque ignora lo que el futuro les deparará, es esencial que todos los concesionarios del proyecto federal hablen con una misma voz en temas que afecten a la zona este del valle. Delano-Earlimart tiene 22.000 ha en esta zona, con más de 400 cultivadores.La mitad del terreno está dedicado a viñedo. También tienen pistachos, almendros y varios tipos de frutales. Los cultivos perennes representan un 90% de la comunidad de regantes y necesitan agua todos los años. Se pregunta “¿cómo podrá sobrevivir la comunidad un año más, sin disponer de agua? Tenemos inversiones en bancos de agua y podemos conseguir una poca de esa manera, pero el resto habrá de ser mediante pozos de agua privados”.