El viernes 8 de agosto, la agencia de noticies Reuters publicó un impresionante reportaje de Ramadan Abed y Nidal Al-Mughrabi titulado "Una terrible sed golpea a Gaza con acuíferos contaminados y tuberías rotas"
A continuación se presentan en español varios párrafos del impresionante reportaje de Ramadan Abed y Nidal Al-Mughrabi.
Debilitados por el hambre, muchos gazatíes escalan cada día por un paisaje de ruinas a fin de conseguir toda el agua que necesitan para beber y lavar – una carga dolorosa que está bien por debajo de los niveles necesarios para llevar una vida saludable.
Aunque la atención mundial se ha volcado sobre la hambruna de Gaza, donde, tras 22 meses de una devastadora campaña israelí, se está registrando una hambruna de acuerdo con las informaciones de un sistema mundial de vigilancia sobre el hambre, la crisis hídrica es tan o más severa, según informan los grupos de ayuda humanitaria.
Aunque una parte del agua proviene de pequeñas unidades de desalinización operadas por las agencias de ayuda humanitaria, la mayor parte del agua utilizada es extraída de pozos de un acuífero salobre que está siendo contaminado además por las aguas residuales y los productos químicos que se están infiltrando entre las ruinas, promoviendo la expansión de diarreas y hepatitis.
El esfuerzo por conseguir agua se extiende por los pequeños y abarrotados asentamientos, donde prácticamente todo el mundo vive en alojamientos temporales o tiendas sin instalaciones de higiene y saneamiento, sin agua suficiente para beber, cocinar y lavarse, mientras las enfermedades contagiosas continúan propagándose.
Las Naciones Unidas informan que, en condiciones de emergencia, el volumen de agua mínimo necesario para beber, lavarse y asearse es de 15 litros por persona y día.
Según informa Bushra Khalidi, directora de la agencia humanitaria Oxfam en los territorios palestinos ocupados por Israel, el consumo medio de agua en Gaza en la actualidad es de 3 a 5 litros por persona y día.
Oxfam informó la pasada semana que las enfermedades hídricas prevenibles y tratables estaban "propagándose a través de Gaza", haciendo que las tasas de morbilidad hayan aumentado casi un 150 % durante los pasados tres meses.