La sección de últimas noticias de la página web de la WateReuse Association publicó el pasado mes de junio una interesante presentación de Jon Freedman, encargado de liderar los asuntos gubernamentales globales del sector de negocio Water Technologies & Solutions de SUEZ, sobre Corporate Climate Goals: How to Implement a Water Sustainability Program. A continuación presentamos la traducción española del artículo.
Se suele decir que la contabilidad es la lengua de los negocios. El riesgo climático está forzando a muchas compañías a hacerse bilingües. ¿Cuál es la segunda lengua que deben aprender los ejecutivos? La sostenibilidad.
Allá por el mes de enero, Larry Flink, consejero delegado de BlackRock dijo a sus clientes que “los riesgos introducidos por el cambio climático están llamados a acelerar una reasignación significativa del capital, que a su vez tendrá un profundo impacto en los precios del riesgo y de los patrimonios alrededor del mundo”. En otras palabras, la compañía más grande del mundo en gestión de activos, con 6,2 billones de activos bajo su custodia, adoptará una atención muy especial a la sostenibilidad a la hora de decidir donde realiza sus inversiones.
Esos comentarios del consejero delegado están llamados a acelerar las tendencies actuales de la sostenibilidad empresarial. No obstante, la tendencia hacia el interés por la sostenibilidad no está siendo universal. Mientras que algunas compañías están en su tercera o cuarta generación de planificación sobre la sosteniblidad, hay otras que todavia deben implantar su primer programa. Las compañías que se han esforzado por ocuparse de la sostenibildiad se han inclinado por atender el consumo energético en vez del uso de agua – en parte debido a la conexión entre uso de electricidad, emisiones de gases de efecto invernadero y cambio climático.
El aumento de la urbanización ha estresado las cuencas hidrográficas regionales y los impactos del cambio climático están ocasionando fluctuaciones estacionales de la disponibilidad de agua, e incluso a episodios de auténtica escasez. Ello hace que la sostenibilidad del agua sea más crítica que nunca. Desgraciadamente, es frecuente que los gerentes de los programas de sostenibilidad no estén preparados para responder a los retos hídricos. Tras este preámbulo, quiero analizar algunos de los temas esenciales que los ejecutivos habrán de afrontar a la hora de establecer objetivos sostenibles para el agua.
Recogida de datos
Las compañías que se encuentran en las fases iniciales de la sostenibilidad del agua deberán comenzar con el lanzamiento de un programa de recogida de información, tan amplio como les sea posible gestionar. Su interés no debería estar solo enfocado sobre el uso del agua. Otros factores como las ganancias y la producción de sus diversas instalaciones deberán ser igualmente considerados, así como los niveles de estrés hídrico existentes en las zonas colindantes con las instalaciones.
El programa de recogida de información ofrecerá sorpresas para cualquier compañía de tamaño razonable. Es posible que muchas instalaciones que captan agua directamente de una fuente local no estén obligadas a medir sus consumos de agua. Es frecuente que el único coste material asociado con la extracción y el consumo de agua sea la energía necesaria para impulsarla. Estas circunstancias plantean retos que hacen incluso más dificil la determinación de las bases de referencia esenciales. El hecho de que sostenibilidad signifique cosas diferentes para compañías diferentes, en razón de sus procesos productivos y los productos que manufacturan, no significa que la recogida de datos deba realizarse en un vacio. Hay diversas formas de valorar el uso del agua. De hecho, el objetivo final de un programa de sostenibilidad puede no estar completamente claro hasta el momento en que se ha iniciado la recogida de datos y sus resultados han sido digeridos.
Establecimiento de parámetros
Las exigencias normativas aplicables a las compañías que operan públicamente en los EEUU tienen su razón de existir en la necesidad de aseguar que las obligaciones de información financiera se realizan de una manera transparente (p.e., el informe 10-k). Por el contrario, los informes de sostenibilidad corporativa no tienen las mismas obligaciones. En la mayor parte de los casos, la información sobre sostenibilidad es voluntaria, lo que crea una variedad significativa entre unos informes y otros.
Mi antiguo colega en General Motors, Kris Morico, que ahora se ha especializado en ayudar a las compañías a establecer sus huellas de sostenibilidad desde la empresa Jacobs Engineering, caracterizó del siguiente modo algunas de las aparentes variaciones entre esos informes: “Durante un tiempo, estuve impartiendo una clase de liderazgo medioambiental en Yale. Una de las tareas que proponía a los alumnos era la de seleccionar una compañía, una compañía cualquiera, y estudiar sus informes de sostenibilidad corporativa y otras informaciones financieras disponibles públicamente. Cada año, los estudiantes se sorprendían de las inconsistencias existentes entre los informes y compartían ejemplos de como las metas y los criterios de las empresas cambiaban de un año para otro. Por ejemplo, una compañía podía incluir, para un año determinado, criterios sobre los puntos importantes para alcanzar una meta de sostenibilidad del agua, y omitir completamente esa información durante el año siguiente”.
A la hora de lanzar un programa de sostenibilidad del agua, hay que pensar cuidadosamente sobre qué y cómo está previsto informar sobre los resultados. Los inversores dificilmente dará crédito a la sostenibilidad, a menos que los informes estén redactados de manera coherente y transparente. La determinación de una meta de sostenibilidad del agua varía en funcion del sector industrial. Por ejemplo, puede tener todo el sentido del mundo para un fabricante de automóviles el determinar el consumo de agua por cada coche fabricado. Sin embargo, un conglomerado industrial diversificado puede preferir seleccionar una reducción medida del uso absoluto de agua aplicable a toda la compañía.
En palabras de Kris Morico, “los informes industriales sobre sostenibilidad seguirán avanzando hacia una mayor transparencia y rigor en relación con los criterios adoptados para establecer sus metas de sostenibilidad y realizar el consiguiente supervisión del rendimiento, con un mayor énfasis en la calidad de los informes”. Según Kris Morico, “está bien que tu consumo de agua siga subiendo año tras año, pero eso te obligará a ser capaz de explicarlo – tal vez con motivo de una adquisición o de alguna otra posible razón. En cualquier caso, va a requerir una buena dosis inicial de reflexión sobre cómo plantearse informar de ello, de modo que sea transparente para el lector”.
Hay diversos recursos disponibles para establecer datos paramétricos, incluyendo el Water Disclosure Project, Global Reporting Initiative y el Sustainability Accounting Standards Board, pero los estándares continúan siendo un tema en fase de desarrollo. Las asociaciones industriales e incluso la conversación informal entre competidores pueden tambien ayudar a establecer datos paramétricos para su programa.
Establecimiento de metas
Una de las principales cuestiones que han de atender los equipos de sostenibilidad es la relativa a cómo hacer que las metas de sostenibilidad sean comprensibles. Los factores reputacionales influyen en ello. Si se establece una meta muy baja, podrá parecer que no se está verdaderamente tratando de hacer algo al respecto. Si se establece una meta alta, se corre el riesgo de no alcanzar el objetivo. En la práctica, no es posible saber lo que uno puede y lo que no puede hacer, sin antes realizar una pequeña investigación.
Las compañías en las fases iniciales de su planificación sobre la sostenibilidad del agua pueden encontrar algunos objetivos fáciles de alcanzar, como unas perdidas en tuberías o una válvulas ligeramente abiertas, que pueden ser detectadas facilmente mediante el uso de dispositivos de seguimiento del consumo de agua potable. Reparar las fugas y cerrar las válvulas son ajustes sencillos de realizar que pueden producir un notable retorno de la inversión (ROI). De forma adicional, el despliegue de un equipo diversificado de personas dedicadas a la operación y la ingeniería para revisar el uso de agua en las instalaciones puede ayudar a identificar oportunidades de reducción inmediata, como la existencia de maquinaría con consumo intensivo de agua que se deja en funcionamiento, así como futuras oportunidades para usar agua regenerada en la instalación.
Las compañías maduras, que ya están en su tercera o cuarta generación de metas de sostenibilidad, pueden experimentar mayores dificultades para conseguir grandes logros. Estas compañías pueden optar por utilizar equipos “Kaizen” capaces de adoptar un enfoque multidisciplinar con el que detectar posibilidades de reducción del consumo de agua desde todos los ángulos posibles, esforzándose por alcanzar una mejora continua. En muchos casos, las compañías pueden optar por conseguir resultados de sostenibilidad del agua que van más allá de sus propios muros, impactando de forma positiva en las poblaciones locales en que las compañías están ubicadas.
No actividad empresarial sin agua
El agua es una parte integral de la actividad empresarial global, utilizada para prácticamente todas las actividades, desde la refrigeración industrial hasta la agricultura y mucho más allá.
El agua no es solamente necesaria para permitir la vida humana, es también necesaria para permitir la economía global. Ese es el mensaje más amplio que remarca la posición de Fink sobre la invesión sostenible. Un medio ambiente en proceso de deterioro genera un clima empresarial impredecible. El gran reto para los próximos años será la implantacion de metas de sostenibilidad que sean comprensibles, transparentes, intencionadas y, hasta cierto grado, normalizadas de tal modo que los inversores y los partícipes puedan entenderlas y actuar en consecuencia.