El Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña (DCFC) ha experimentado diversos episodios de sequía durante los últimos años, algunos de los cuales llegaron a poner en peligro el abastecimiento de agua a poblaciones. Estas situaciones exigieron la adopción de medidas extraordinarias, amparadas en los Decretos promulgados en los años 1990, 1999, 2002, 2005 y 2007. Las medidas adoptadas, junto con la respuesta tan positiva de las personas afectadas y el conjunto de la ciudadanía, resultaron efectivas y permitieron superar todos los episodios de sequía sin interrupciones significativas de los abastecimientos domésticos.

El objetivo de este Plan especial de actuación en situación de alerta y eventual sequía (PES) es ofrecer continuidad a la gestión de los episodios de sequía mediante un instrumento ágil y eficiente, que pueda operar automáticamente gracias a que ha sido debatido públicamente antes de que se registre la situación y a que, una vez aprobado, permita a los usuarios personales conocer las medidas que se aplicarán con una mayor anticipación y con una mayor seguridad. Por otra parte, el PES satisface el requerimiento del Plan Hidrológico Nacional (PHN, Ley 10/2001, de 5 de julio) que establece la obligación que tienen todos los organismos de cuenca de elaborar una Plan para afrontar las situaciones de sequía.

El PES recoge la experiencia de las sequías pasadas y trata de mejorar aquellos aspectos de los Decretos que fueron más problemáticos en la práctica. También incorpora las consignas de explotación de las nuevas infraestructuras de abastecimiento construidas durante los últimos años; aunque estas obras no resuelven totalmente el déficit crónico del Distrito, suponen realmente una mejora apreciable de la garantía de suministro. Por otra parte, se incorporan también numerosas observaciones recibidas durante el trámite de audiencia a que el borrador del PES va ser sometido durante el año 2009.

Los volúmenes destinados al abastecimiento urbano en el DCFC son significativamente superiores a los dedicados para los demás usos. Este hecho agrava los efectos de una sequía, disminuye la capacidad de adaptación y obliga a conceder una prioridad máxima a la protección de los abastecimientos. En esas condiciones, resulta necesario encontrar un equilibrio con los condicionantes económicos, optimizando el uso de las infraestructuras que comportan un mayor coste, como son las desalinizadoras, y limitando al menor número indispensable las interferencias con las actividades económicas usuarias de agua, como el riego agrícola y los usos industrial y recreativo, sin olvidar las exigencias ambientales. El cumplimiento de un equilibrio múltiple como éste es el mayor reto que debe afrontar la gestión de una sequía.

El PES contiene dos memorias, una técnica y otra económica, junto con el correspondiente informe de sostenibilidad ambiental (ISA). La memoria técnica recoge los cálculos hidrológicos que han servido para justificar las decisiones adoptadas. Esta memoria permite consultar, por ejemplo, cuál sería la respuesta que podría ofrecerse si volviera a registrase una sequía como la del año 2007-08 o incluso una de mayor duración. La memoria económica evalúa el impacto económico y presupuestario de las medidas contenidas en el PES, a partir del análisis de los costes derivados de la aplicación de las previsiones del PES y de su comparación con los daños que se trata de evitar. Las dos memorias tienen un carácter descriptivo y justificativo.

Un aspecto destacable del nuevo PES es la utilización de los “ámbitos territoriales” como unidades de gestión de los recursos sobre los que aplicar, en gran modo de forma independiente, las medidas de gestión de los recursos disponibles (superficiales embalsados, subterráneos en acuíferos, o de menor entidad en pequeños acuíferos y caudales circulantes) en cada uno de ellos, durante las diferentes fases de un episodio de sequía. Este protocolo evitará una aplicación de medidas generalizadas de ahorro y posibles restricciones, con lo que ello podría comportar de perjuicios innecesarios y de ineficacia de gestión.