Un grupo de autores del Public Policy Institute de California acaba de publicar un interesante informe sobre las circunstancias que rodean las iniciativas para recargar los acuíferos sobre-explotados del Valle de San Joaquín, la región hortícola más productiva y extensa de California. A continuación se presenta el resumen de dicho informe.

El Valle de San Joaquín, que registra el mayor desequilibrio a escala estatal entre las extracciones de agua y las recargas de sus acuíferos, es la zona de pruebas preferente para la implantación de la ley de Gestión Sostenible del Agua subterránea (SGMA). La ampliación de la recarga de acuíferos podría ayudar a que los usuarios locales de agua puedan alcanzar el equilibrio hídrico de sus acuíferos y conseguir así una mejora significativa del prolongado déficit de casi 2.500 hm3 anuales de agua. La experiencia de la recarga realizada en 2017, el primer año desde que se aprobó la SGMA, ofrece una visión muy valiosa sobre las posibles formas de ampliar la recarga. Una encuesta sobre los esfuerzos de recarga realizados actualmente por las comunidades de regantes del valle pone de manifiesto el gran interés en esta estrategia y algunas de sus limitaciones. Será necesario realizar las siguientes actuaciones, si se desea alcanzar los posibles beneficios futuros:

  1. Clarificar las normas aplicables para disponer del agua para recarga. El Consejo Estatal de Agua necesita desarrollar un proceso expeditivo con el que autorizar a los usuarios del agua para que puedan captar el agua superficial cuando se disponga de ella. Más allá de los detalles legales relativos a los derechos de captación y de regulación, una parte esencial de este proceso es de tipo técnico: desarrollar un método sencillo y rápido con el que determinar el momento en que los caudales del río exceden los caudales requeridos para la protección ambiental y los derechos de los usuarios situados aguas abajo.
  2. Evaluar la capacidad de la infraestructura. Uno de los retos fundamentales para la ampliación de la recarga es que los caudales más valiosos se registran en la parte norte del valle, mientras que la mayor parte de la sobre-explotación, así como las mejores tierras para la recarga, están situadas en el sur. Además, los caudales de recarga están disponibles principalmente durante unos pocos meses. La primera prioridad es evaluar las oportunidades para mejorar el uso de las infraestructuras existentes (conducciones de transporte, embalses superficiales y zonas de recarga) y determinar dónde está justificada la realización de inversiones adicionales. Uno de los cuellos de botella es probablemente el sistema de transporte regional, por ser inadecuado para captar y transportar grandes caudales de agua hasta zonas adecuadas para la recarga.
  3. Mejorar la recarga en tierras de cultivo. La recarga activa en zonas de cultivo puede ser una de las formas más prometedoras de capturar agua con una relación beneficio-coste favorable durante los años húmedos, aunque en estos momentos sea reducido en relación con su potencial. Para aumentar significativamente esta estrategia será necesario afrontar una serie de aspectos técnicos y establecer incentivos.
  4. Afrontar las barreras normativas. Las agencias estatales y federales necesitan mejorar los procesos utilizados para la aprobación de la construcción de nuevos proyectos de recarga y de transporte del agua de recarga a través de sus sistemas de transporte, así como ofrecer más flexibilidad sobre el lugar en que se almacena el agua. Los gestores hídricos y los cultivadores necesitan también directrices estatales para llevar a cabo la recarga en zonas cultivadas, de manera que ésta sea coherente con las normas de calidad del agua.
  5. Fortalecer la contabilidad de las aguas subterráneas. Una mejor contabilidad del agua que entra y sale de los acuíferos es un factor esencial para asegurar una gestión sostenible. Es también una faceta necesaria para desarrollar incentivos que motiven a los cultivadores a recargar los acuíferos, promover las agrupaciones de recarga y justificar nuevas inversiones.

Para alcanzar los mayores beneficios posibles de las futura oportunidades de recarga será necesario asegurar unos elevados niveles de cooperación entre una gran variedad de partes interesadas. Las agrupaciones locales y regionales — para captar y transportar agua de forma eficiente, realizar nuevas inversiones y definir proyectos que aporten beneficios múltiples – son esenciales para ayudar a la región en la gestión a largo plazo de un recurso crítico como el agua.