El Journal Front. Environ. Sci. Eng. en su volumen 11(4) del año 2017, publicó un interesante artículo en el que John C. Radcliffe y tres colegas del CSIRO australiano realizan una descripción muy ilustrativa de los progresos realizados por la ciudad de Salisbury en el proceso seguido durante los últimos 50 años para adoptar de forma progresiva los principios de diseño urbano respetuoso con los recursos hídricos, permitiéndole así maximizar el uso de la mayor escorrentía urbana generada por el proceso de urbanización y mitigar los riesgos de inundación.

A continuación presentamos la versión española del Resumen y las Conclusiones de dicho artículo, con objeto de facilitar su lectura. El artículo original completo puede descargarse en este enlace.

RESUMEN

Australia ha venido desarrollando extensas normativas y directrices para la gestión de sus recursos hídricos durante los últimos 50 años. La ciudad de Salisbury, situada en la zona metropolitana de Adelaida, en South Australia, ha experimentado un rápido desarrollo urbanístico desde los años 1970. La adopción de los principios de un diseño urbano respetuoso con los recursos hídricos  permitió maximizar el uso de la mayor escorrentía urbana generada por el proceso de urbanización y mitigar así los riesgos de inundación. La recarga planificada de acuíferos fue introducida como forma de almacenar las aguas de tormenta de baja salinidad, mediante su incorporación en acuíferos salobres y su posterior recuperación (ASR) para riego agrícola. Este artículo describe la forma en que el gobierno municipal ha venido adoptando progresivamente los principios de diseño urbano respetuoso con los recursos hídricos, durante su desarrollo dentro de politicas hidricas nacionales cambiantes. El éxito de Salisbury en la recogida de aguas de tormenta llevó  la formación de una actividad empresarial del agua que incluye la interconexión de proyectos de nueve lugares diferentes para ofrecer una fuente de agua no potable para 5 hm3/año. Estas instalaciones albergaron un buen número de proyectos de investigación aplicada dirigidos al estudio de la configuración de pozos junto con la calidad, la fiabilidad y la economía del agua, que facilitaron la evaluación de estos sistemas como una posible fuente de agua potable. Esta evaluación puso de manifiesto que mientras que las aguas de tormentas contenían un cierto número de contaminantes, el almacenamiento superficial y los controles en los puntos de uso eran suficientes para asegurar la seguridad del agua recuperada para uso el riego de jardinería en espacios abiertos, y tras su desinfección, hacerla adecuada para su distribución mediante una tercera red de distribución de agua. Fue posible alcanzar una calidad del agua de consumo humano mediantge la adopción de microfiltración, desinfección con luz UV y cloración. Os estudios permitieron determinar que los costes requeridos para alcanzar unas normas de seguridad de la calidad de agua de consumo humo serían menores del coste requierido por la implantación de una doble red de distribución de agua. El coste total de esta fuente de abastecimiento fue cifrada en 1,57 dólaers australianos por metro cúbico de agua para la obtención de agua no potable apta para el riego de jardinería en espacios abiertos, considerablemente más barato que el agua de la red general de distribución, que ascendía a 3,45 dólares australianos por metro cúbico en aquellos momentos. El coste de producir y regular el agua potable se estimó entre 1,96 dólares australianos por metro cúbico y 2,24 dólares australianos por metro cúbico.

CONCLUSIONES

Durante los últimos 50 años, en que la ciudad de Salisbuty ha ido transformándose desde una pequeña población rural hasta convertirse en un importante centro suburbano, la ciudad ha adoptado un enfoque muy elaborado con el que adaptarse y maximizar los beneficios que ofrecen los atractivos urbanos en relación con los cambios ocurridos en el ciclo hidrológico resultante de su proceso de urbanización. La ciudad ha gestionado los riesgos de inundación con aguas de tormenta y generado una actividad empresarial relativa a la captación de esa mismas aguas.

El éxito alcanzado ha contribuido al establecimiento de la entidad Water Sensitive SA destinada a promover el desarrollo de nuevas capacidades en el campo del WSUD/LID/”ciudad esponjosa” (los detalles y las fotografías de los sistemas WSUD de la ciudad de Salybury pueden consultarse en los mapas interactivos de la página web Water Sensitive SA). La invesigación asociada a estas iniciativas ha tenido unos importantes efectos complementarios para la ciudad de Salisbury, mediante la creación de oportunidades comerciales para el sector del procesado de alimentos, caracterizado por el alto consumo y la gran calidad del agua utilizada.

Estas investigaciones permitieron identificar cambios significativos en la actitudes del público en relación con el reciclado del agua de tormenta, que con la investigación en curso y la que se realice en el futuro, puede facilitar su utilización para complementar los abastecimientos de agua de consumo humano. Éste es realmente un ejemplo a largo plazo de una adptación exitosa de un diseño urbano sensible al agua y de bajo impacto, a una gran escala para crear un importante medio urbano en el que tan solo unos pocos años antes no había más que tierras de cultivo para la producción de cereales de secano.