El pasado 17 de abril, la sección de Medio Ambiente del portal SiliconValley.com publicó un excelente artículo de Paul Rogers titulado “Una nueva planta desalinizadora aprobada por la Comisión de Costas de California para la Bahía de Monterey”, con la indicación de que “la instalación que se construiría en el condado de Monterey, cerca de la Marina, despertó la oposición por su alto coste”.

A continuación se presentan en versión española el contenido de varios párrafos del artículo de Paul Rogers.

Tras una década de debates y confrontaciones políticas, la Comisión de Costas de California ha aprobado un plan para construir la planta desalinizadora mas grande jamás construida en el norte de California.

El proyecto, que se construiría en la ubicación de una antigua planta de extracción de arena en la costa de la bahía de Monterey, cerca de la Marina, en el norte del condado de Monterey, tendría un tamaño diez veces menor que la mayor planta desalinizadora del país, construida en 2015 en Carlsbad, cerca de la ciudad de San Diego.

La instalación produciría 18.000 m3/día (unos 6,5 hm3/año) de agua de consumo humano a partir de agua de mar – aproximadamente un 35 % del abastecimiento de las ciudades de Monterey, Carmel, Pacific Grove y comunidades colindantes – muchas de las cuales han sufrido restricciones de agua durante los últimos 25 años.

Cal-Am (California American Water) la compañía privada que promueve la planta desalinizadora y que suministra agua a unas 100.000 personas en el área de la península de Monterey, estimó el coste de la instalación en unos 330 millones de dólares hace ya varios años.

El informe técnico de la Comisión de Costas estima que el coste del agua desalinizada será de unos 4,9 dólares/m3. El consumo medio de agua en California es unos 420 L/hab-día.

Ese coste es varias veces superior al del agua producida en otras plantas desalinizadoras, como la de Carlsbad, que normalmente oscila en torno a 2,0 dólares/m3, y es más de tres veces el precio del agua purificada.

Los críticos del proyecto indican que se dispone de una mejor opción: continuar ampliando la capacidad del Pure Water Monterey, un proyecto de regeneración avanzada de agua operado por la Mancomunidad de Gestión del Agua de la Península de Monterey y la entidad Monterey One Water, el operador del saneamiento de la zona. El proyecto Pure Water Monterey regenera el efluente depurado y lo introduce en los acuíferos.

California dispone en estos momentos de 12 plantas desalinizadoras de agua del océano. La mayoría de ellas son pequeñas y dan servicio a bases militares, centrales energéticas y otras instalaciones, como el Acuario de la Bahía de Monterey. Al margen de la planta de Carlsbad, Santa Bárbara y la isla Catalina disponen de plantas desalinizadoras. En mayo, la Comisión de Costas rechazó una enorme planta desalinizadora prevista en Huntington Beach, en razón de las preocupaciones ambientales que suscita.

El pasado mes de marzo, la Comisión de Costas aprobó una planta de tamaño similar a la de Marina de Monterey para su construcción en Dana Point.

Hay otras 23 plantas desalinizadoras de agua salobre en California, que captan agua de diversas fuentes distintas del océano, tales como aguas subterráneas salobres, o en el caso de la planta en construcción actualmente en Antioch, captan agua del Delta de los ríos Sacramento-San Joaquín.

En palabras de Jeff Mount, profesor emérito de la Universidad de California en Davis y miembro senior del centro hidrológico del Instituto de Políticas Públicas de California, “El océano es una fuente inagotable de agua, pero en la mayoría de los casos el agua es demasiado cara para su consumo. No podemos permitírnoslo”.